Tuesday, December 31, 2024

Que nadie te robe tu bendición en el 2025

Que nada ni nadie nos robe nuestra bendición.

Quedan horas para finalizar este año 2024; ha sido difícil para muchos, hemos perdido seres queridos, hemos perdido grandes amigos; claro que ha sido difícil. Sin embargo, lo más importante en estos momentos es confiar en uno mismo, no depender de nadie ni de nada, sino del Creador Yahweh, Él nos dará fuerzas y aumentará nuestras capacidades. 

El amor a veces puede ser confundido con las palabras; las palabras llenan los vacíos y nos transportan a otros lugares emocionalmente. Sin embargo, esto no lo es todo en la vida; es un complemento de nuestras propias emociones. 

La verdadera felicidad está en uno mismo; ella es la que te motiva a seguir viviendo cada día.

El amor a la vida es lo que nos motiva a vivir y esforzarnos por ser mejores personas día a día, nuestro espíritu tiene que levantarse y luchar contra la adversidad.

Es uno mismo quien debe actuar y dejar una impresión positiva a su alrededor; todo depende de cuánta fuerzas pongamos como seres humanos, como padres o madres, como estudiantes y como empleados  

Los que laboran con excelencia tienen los mejores puestos y los mejores frutos, todos hablan bien de ellos, los mejores estudiantes tienen buenas notas; sin embargo, los estudiantes de excelencia son los que los demás siguen como líderes.

Tenemos que ser seres humanos de excelencia: un padre o una madre de excelencia, un empleado o una empleada de excelencia. 

Tenemos que ser luz en medio de la oscuridad; cuando caminemos, tenemos que dejar huellas que otros puedan imitar. Así es como podremos salir de esta situación en la que está toda la humanidad; sonreír todos los días a pesar de las dificultades.

El dinero no es la felicidad, y menos lo material, ante las dificultades que hay hoy en día, sacudámonos lo malo y pongamos la confianza en Cristo Jesús porque Juan 10:10 dice: "El ladrón no viene sino a robar, matar y destruir; *mas yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia*" Estas palabras fueron dichas por el mismo Jesucristo. “No trates de hacer en estos últimas horas del 2024 lo que no has podido hacer en un año; al contrario, disfruta estas horas, respira profundo, porque la vida te trae un nuevo año Grecorromano” adicional para que puedas continuar con todas las metas que te has establecido en tu vida y que aún no has podido realizar.

Las metas no usan calendarios, sino propósitos, caminos trazados, fuerzas, empeños, constancia y deseos del corazón; estos no tienen tiempo, sino poder, amor y dominio propio (2 Timoteo 1:7), cuyo resultado es la felicidad. Si hoy te sonríes, entonces ya alcanzaste una de las metas; si hoy necesitas llorar, alcanzaste la más importante, la del corazón, porque has trazado el camino para llegar a ese propósito en este 2025.

Felicidades en este Año Nuevo.
Rev. Pedro García

El día que nació Jesús

¿Cómo podemos describir ese momento de la historia humana en el que nació un niño llamado Emanuel, en un poblado llamado Belén (lugar de los panes)? 

Un acontecimiento tan verídico que no solo está escrito en la Biblia, el libro de la recopilación de los escritos espirituales y sagrados de los cristianos, sino también en los anales de la historia del Imperio Romano. 

Ellos (los romanos) utilizaron este nacimiento como excusa para destruir una nación completa, a los pobladores de Israel, aquellos cuya lengua nativa era el hebreo y, más aún, a todo aquel que practicaba la religión judía, la cual tenía un formato teocrático.

Jesús, el enviado de parte de su padre Yahweh, llevó un mensaje al pueblo de Israel, el cual estaba bajo el yugo de la esclavitud del Imperio Romano. Él mismo fue rechazado, según se plasma en Juan. 1: 11, “a los suyos vino, y los suyos no le recibieron.” Jesús llevó un mensaje de paz, de amor, misericordia y de esperanza. Sin embargo, este solo fue recibido por aquellos que, con el propósito de aceptar una vida de inmortalidad después de la vida terrenal, dieron testimonio a través de la empatía con el ser humano y aceptaron las palabras del Rabí Jesús.

Este mismo mensaje llevó al Hijo de Dios a la peor muerte de su época: la cruz, murió por llevar sanación al enfermo y libertad al cautivo de la maldad del mundo existente. En estos tiempos de conmemoración de este acontecimiento de paz, de amor y de esperanza para la humanidad, no por su simbolismo, sino por ser el acontecimiento que cambió la humanidad, marcando un antes y un después. Incluso la forma de medir los años que utilizamos en nuestro calendario occidental, el calendario gregoriano, conlleva parte de su nacimiento (Ac-Dc).

Antes de descubrir la vida en Jesús, celebrábamos este acontecimiento como un día más, libre de trabajo, y satisfacíamos nuestros instintos de alimentación y consumo de bebidas que afectaban nuestra cordura y pensamientos. 

Cuando, a través del Mesías, descubrimos a un Dios real, encontramos una vida nueva, un antes y un después. 

Nuestras vidas son transformadas. 

Su nacimiento abarca un sentido más comprometido con nosotros mismos y nuestros semejantes: “ama a tu prójimo como a ti mismo”. 

Ese niño que nació hace más de dos mil años, llamado Emanuel, nos arropó de su paz, de su amor y de su esperanza para que nosotros naciéramos nuevamente en él. 

Jesús nos brindó esa oportunidad de nacer, no por su vida, ni por su muerte, sino por su gracia de amar. ¡Porque Dios es amor y esa es la razón por la cual la Navidad es amor!
Nazcamos en Jesús estas Navidades y vivamos con su amor y sobretodos con su paz.

Feliz Navidad.
Pedro García