Sunday, December 1, 2024

Vente años

Hoy 1 de diciembre se cumplen 20 años exactos del más hermoso regalo de parte de Dios. Un día como hoy fui abatido a muerte por unos delincuentes en la ciudad de San Juan. La muerte llegó a mi vida en un momento inesperado. Recibí varios golpes contundentes en la parte superior de mi cabeza que causaron una encefalopatía cerebral., Esto produjo en mí una especie de coma no permanente, según los médicos. Mientras estaba en ese estado, fui trasladado al hospital de la capital. Entré a la sala de emergencia y el pronóstico de vida fue de solo 1%. Sin embargo, Dios tenía otros planes para mí que no concordaban con lo de la medicina. De momento, hubo una sombra negra con muchas personas pronunciando mi nombre para que me fuera con ellos en ese túnel negro. Sin embargo, yo grité que no porque tenía un hijo que me necesitaba. Los gritos cesaron y escuché una voz muy fuerte y de tono vibrante: "¡Pedro... Pedro! Yo soy tu Dios que te he escuchado tu clamor por ti y tu hijo". En esos momentos, abrí mis ojos y les pregunté a los que estaban a mi lado por qué gritaban mi nombre, El policía investigador que tenía la investigación de muerte, ya se presumía que iba a morir, sintió una necesidad de orar por mí. El médico decía que yo estaba muerto, pero él sentía escalofríos porque yo tenía algo en mí diferente a otros pacientes: mi mejor amigo. El pastor Danny estuvo conmigo todo el tiempo, las oraciones de varias iglesias, con la Iglesia Alcance Victoria de Puerto Rico y Lirios de los Valles Defensores de la Fe, muchos hermanos de la fe que estuvieron allí en el hospital, ¡Dios es vida! y me sacó del lecho de muerte exactamente hace 20 años, Hoy le devuelvo al mundo una esperanza de vida a través de la enseñanza correcta, la que vi yo aquel día, sobre la promesa del libro de Josué, capítulo 1. Que meditara en la palabra día y noche. Hoy, como ministro, he aprendido por el camino. Han sido muchas lágrimas y, a la vez, muchas victorias en Cristo Jesús. Hoy hago lo que me dio como don: impartir su palabra no solo para enseñanza, sino también como corrección. De pastores y maestros como Sonny Falu, Denise Soto, David Quintero y el pastor Alcalá, de todos he aprendido. Dios es vida y escuchó mi oración. En el Salmo 40 está mi grito de mi clamor y de mi testimonio:
"Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí y oyó mi clamor.2. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. 3. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová.

Gracias, mi Redentor, por estos 20 años de preparación. El estanque ha sido movido... ¡Zumba!

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